Introducción a los Fósiles
La Paleontología es la ciencia que investiga los cambios que se han producido a lo largo de la historia de la vida mediante el estudio de los organismos del pasado contenidos en la litosfera, siendo por lo tanto sus herramientas de trabajo los Fósiles y el Registro Fósil. Entendemos como fósil cualquier resto de un organismo del pasado, así como las evidencias de su actividad, que se encuentra contenido en el registro geológico. Estos restos se clasifican tradicionalmente en dos tipos principales, como evidencias directas o indirectas. Las primeras hacen referencia a los propios restos fosilizados del organismo o partes de éstos. A pesar de que lo normal es que sólo se conserven las partes esqueléticas mineralizadas, en algunas ocasiones se dan condiciones de preservación excepcional, pudiendo conservarse estructuras no mineralizadas incluso partes blandas.
Por otro lado, las evidencias indirectas hacen referencia a dos tipos distintos de restos: a aquellos fósiles que tiene su origen en marcas o señales de la actividad de los seres vivos del pasado conservadas en las rocas, también conocidos como Icnofósiles; y por otro, los moldes, que pueden ser internos, cuando lo que se preserva es el relleno de las cavidades internas de las diferentes partes esqueléticas; o externos, cuando lo que se preserva son las impresiones de los restos en la roca sedimentaria. En cualquiera de sus formas de preservación, el estudio de los fósiles aporta importante información y son la base de cualquier estudio en paleontología.