Los belemnites son un orden extintos de moluscos cefalópodos depredadores que surgieron a principios del Carbonífero y llegaron hasta el Cretácico Superior presentando su máxima diversidad durante el Jurásico. Tenían un aspecto externo muy similar a las actuales sepias, con un cuerpo fusiforme y tentáculos con grandes ganchos. La concha de los belemnites se compone del rostro, el fragmocono y el prostaco. El rostro, una pieza maciza de naturaleza calcítica, es lo que normalmente se conserva en el registro fósil y puede presentar un aspecto completamente liso o bien surcos que se desarrollan a lo largo de la pieza o solo en algunas. Esta pieza es la que caracteriza al orden.
Los belemnites son organismo que se asocian a ambientes pelágicos de mar abiertos que al igual que los ammonites regulaban la flotabilidad a través de una concha llena de gas. No obstante, a diferencia de los ammonites, la concha de los belemnites es interna y se encuentra recubierta por las partes blandas del animal. En el registro fósil se ha llegado a encontrar restos del saco de tinta en belemnites, sugiriendo que estos organismos seguían una estrategia de huida muy similar a la de los actuales calamares liberando tinta. Se alimentaban de otros moluscos, pequeños peces y crustáceos a la par que conformaban parte de la dieta de otros depredadores como ictiosaurios o tiburones.