Paleoecología de la clase Desmospongea
Las desmosponjas ocupan los ambientes más variados. Pueden habiatar desde los polos hasta el ecuador, desde los ambientes supramareales a los abisales, además de crípticos, desarrollándose dentro de hendiduras o cavidades submarinas. Necesitan sustratos duros para asentarse. Según las condiciones del medio y el lugar que ocupen dentro de la plataforma continental. Así, en ambientes de aguas tranquilas, de baja energía, abundan las formas elongadas con cavidad central amplia y paredes finas; en tanto que las formas discoidales o globosas, en las que no se diferencia una cavidad central desarrollada, son propias de aguas más turbulentas. En ambientes con corrientes unidireccionales predominan las formas palmeadas con la cavidad central abierta, orientadas al contrario del sentido de la corriente.
La alta plasticidad morfológica de los poríferos queda demostrada cuando se trasladan especies de un ambiente a otro. Si bien el plan corporal no cambia demasiado, hay modificaciones importantes en la forma externa, tamaño de los canales y rigidez del esqueleto que permiten al organismo adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones del medio.
Las desmosponjas presentan relaciones simbióticas con numerosos organismos como bacterias, algas o, incluso, artrópodos. Ciertas bacterias y algas quedan atrapadas en el mesohilo de la esponja, donde se desarrollan ajenas a amenazas externas y producen metabolitos asimilables para la esponja, que también puede fagocitarlos en caso de necesidad. Conforme bajamos en profundidad y la luz es más escasa, menor es la densidad de algas y bacterias que pueden habitar el interior de la esponja.