Son un orden de briozoos estenolemados caracterizados por ser los únicos estenolemados que pueden presentar zoarios de paredes fijas y frontales, aunque también forma colonias con paredes libres e, incluso, una combinación de ambos tipos. Forman colonias incrustantes o erectas. Tienen zooides alargados, tubulares, de paredes finas, abertura terminal circular y sin opérculo. La pared corporal consta de epidermis, cutícula y un revestimiento calcáreo interrumpido por seudoporos. Cuando el polípido se retrae, el orificio queda ocluido por una membrana terminal que se invagina en el centro para formar un atrio, cerrado en la base por un esfínter muscular. El polípido esta envuelto por un saco membranoso fijado a la pared del cuerpo mediante ligamentos, quedando la cavidad corporal compartimentada en una cavidad externa e interna, de naturaleza celómica. La eversión del polípodo ocurre por la acción de los músculos dilatadores y del esfínter atrial.
Pocos géneros presentan diafragmas, y éstos carecen de cistifragmas y, por lo general, de hemiseptos. Esqueleto zooidal laminado, granular o una combinación de ambos, con polimorfos grandes en areas extrazooidales y nanozooides rudimentarios.
Los ciclostomados son de los pocos animales que tienen un tipo de reproducción asexual por fisión brionaria o poliembrionia, consistente en que el embrión primario se fragmenta para producir embriones secundarios que llenan la cavidad del gonozooide.
Los ciclostomados aparecieron durante el Ordovícico y son el único grupo de los estenolemados que ha perdurado hasta nuestros días. Tienen una presencia muy discreta a lo largo del todo el Paleozoico, y no es hasta la entrada del Jurásico que empiezan a ser dominantes, alcanzando su máxima diversidad durante el Cretácico. Declinan durante todo el Cenozoico y son sobrepasados en diversidad por los queilostomados.