Paleoecología de la clase Gymnolaemata
La gran mayoría de gimnolaemados son marinos y estenohalinos cosmopolitas, habitando en aguas de salinidad normal desde las regiones ecuatoriales hasta las polares, aunque existe algunas especies adaptadas a ambientes salobres, y algunos ctenostomados son exclusivamente dulceacuícolas. En cuanto a la profundidad, habitan desde la zona intermareal hasta más de 8000 metros de profundidad en fosas abisales, aunque su mayor diversidad se da en aguas someras de la plataforma continental. Aunque por lo general suelen habitar sobre sustratos duros, algunos queilostomados pueden crecer sobre sedimentos blandos gracias a sus colonias discoidales y cónicas de pequeño tamaño que se posan sobre el sustrato gracias a sus vibracularias.
Los queilostomados incrustantes son abundantes en los arrecifes coralinos actuales. Suele encontrárselos en la superficie inferior del coral, cuyas estructuras refuerzan conforme va creciendo la colonia. Algunos ctenostomados perforantes habitan en el interior de sustratos calcáreos como valvas de moluscos, tubos de poliquetos serpúlidos y placas de cirripedios. Los briozoos horadan las valvas atacándolas químicamente con sus estolones.